Esta semana los actores estatales y no estatales mediterráneos se han reunido en Tánger en la segunda edición de la MedCOP Clima, el foro mediterráneo contra el cambio climático, para poner en marcha una dinámica común de cara a la 22.ª Conferencia Mundial sobre el Clima, COP 22, que tendrá lugar del 7 al 18 de noviembre en Marrakech.
El Mediterráneo es uno de los puntos calientes del cambio climático y dependiendo de la capacidad que tenga para transformar sus métodos de producción y su economía, la temperatura media anual podría aumentar de 2,2 ° C hasta 5,1 ° C para el año 2100.
Por esta razón, quiere construir respuestas colectivas útiles para el mundo entero, como parte de la lucha contra el cambio climático y esforzarse en que los distintos países de la zona puedan converger en sus necesidades de tal manera que puedan convertirse en un punto de referencia para la transición energética, y, por tanto, aprovechar plenamente las oportunidades de los nuevos modos de desarrollo.
El foro, organizado por la Unión por el Mediterráneo (UpM), que ha tenido lugar el lunes y el martes 18 y 19 de julio ha concluido con la aprobación de una «Carta por la gobernanza del clima de los territorios del Mediterráneo» con nueve puntos entre los que destaca la promoción de iniciativas comunes a favor del clima de la zona, el trabajo con las empresas para animarlas a reducir sus emisiones de carbono, la adopción de un dispositivo para seguir el cumplimiento de los compromisos en el territorio o la apuesta por lograr una voz única mediterránea en las negociaciones internacionales contra el cambio climático.
Según el documento “Perspectivas Energéticas del Mediterráneo 2015”, realizado por el Observatorio Mediterráneo de la Energía (OME) en un escenario proactivo la región podría ahorrar más del 20% del consumo de energía gracias a las tecnologías renovables y la eficiencia energética.
El informe, presentado en el Club Español de la Energía esta primavera y resumido en su web, asegura que para el año 2040, la generación de electricidad a partir de renovables podría pasar a representar el 47-68% (desde el 34% actual), con las tecnologías solar y eólica onshore como las de mayor crecimiento potencial.
A pesar de que prevé que la demanda continuará siendo muy dependiente de los combustibles fósiles, gracias a la eficiencia y a las renovables, augura que ésta podría reducirse hasta en un 25% frente al 40% de dependencia que tiene la región hoy en día.
Eso sí, advierte de que en lo relativo a las emisiones de CO2, seguir con el business as usual haría incrementar las emisiones en más de un 45% para 2040.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.